La Coloma, 11 de octubre de 1960

Sr. Ventura Luis

Madruga

Mi inolvidable amor:

Con todo el amor de mi corazón te saludo en nombre del Señor y es mi oración te sientas bien en compañía de los demás; yo bien, gracias a Dios.

El domingo el apóstol fue a Palizada y me llevó tu carta. Yo no pude decirte en la carta para doonde veníamos, porque yo no lo sabía cierto, pero pensaba que me ibas a escribir a Pinar. Yo tampoco sabía adonde escribirte.

Tú me dices que te diga para qué mes podemos casarnos, y aunque todavía no lo tenemos todo, yo creo que si Dios quiere podemos casarnos en uno de los últimos días de enero. ¿Sabes por qué me parece bien para esos días? Porque así podemos aprovechar los días de navidades para trabajar en esos días y comprarnos las cosas que más nos hacen falta. Ya tengo casi para comprarme el uniforme de la boda, pero casi me cuesta cinco pesos. Quiero comprarme dos, porque los uniformes se me están acabando.

Cuando llegue a Matanzas le dices a Nena Calvo que me haga la bata de dormir.

Yo no sé quien ha de ser la madrina de la boda, porque Honoria quería, y yo quería que fuera ella, pero ella no puede venir a La Lisa, y las damas no sé quiénes serán.

Mi amor, ¡qué deseos tengo que pasen estos tres meses para que nuestros sueños se haga una perfecta realidad!

¡Una noticia importante! Agustina y Orestes se casan el día 15 de enero. Yo hubiera deseado poder casarnos el mismo día, pero no puede ser.

Mi vida, dime si has comprado algo para ti. Todavía faltan tres meses, así es que si Dios quiere podemos prepararnos de todo. Dime, mi amor, si estás contento con el tiempo que te he señalado. Yo siento ya la necesidad de casarme pronto, no por otra cosa, sino porque te quiero y porque deseo compartir mis cosas contigo, pasar mis momentos de tristeza junto a ti, pues sé que a tu lado muchas de las penas que ahora me afligen después no las sentiré, porque podré oír tus palabras cariñosas que me dirán “te quiero”, y no solamente tus palabras, sino tus hechos confirmándome que me quieres como me has dicho en otras cartas. Ya llegará el día en que estaremos, no solamente unidos en amor (como ahora), ya entonces no habrá distancias que separen nuestros cuerpos, ya estaremos entonces unidos para siempre, donde podemos compartir las tristezas y las alegrías. Cuando miro mi presente, me siento a veces triste y sola, porque tú no estás conmigo todavía, pero al pensar en mi futuro, toda tristeza se me quita y comienzo a vivir una vida adelantada.

Dime algo de tu familia; yo de la mía no sé nada.

Acerca de lo que me dices de los papeles de la boda, yo voy a ver si puedo sacarte la inscripción, pero la fe de soltería tenemos que solicitara un mes antes de casarnos, porque me han dicho que caduca a los treinta días, así es que pregunta en el juzgado si esto es así.

Yo creo que si Dios quiere podemos casarnos el día 29 de enero, porque yo saqué la cuenta cuando podría ser, así es que si no hay contratiempos puede ser ese día, que cae domingo.

Dime cómo te sientes de salud, yo por ahora me siento bien, gracias a Dios.

Yo creo que los cultos de espera los vamos a pasar en La Lisa, si Dios quiere, porque de seguro terminamos antes en esta provincia.

Saluda en mi nombre a Samuel, a Pancita, Jorge, María, Mary, Benigno y a todos los hermanos de ese lugar. Cariños a Hiram.

Puedes contestarme a Pinar, lista de correos.

Recibe el cariño de tu novia que te quiere con el alma,

Lucía González de Luis

Notas: Si sabes algo de María me lo mandas a decir, pues he soñando varias veces que ha vuelto. Adiós mi amor... los hermanos de aquí te saludan.

Mi amor, puedes contestarme a Artemisa ¿sabes?, porque pronto estaremos por allá.